Por: NILTON ROGER MAS ROJAS
Sub Director de Gestión Pedagógica de la IEE San Juan de la Libertad
Hay muchos logros alcanzados por la Institución Educativa a lo largo de toda su historia; sin embargo, es necesario echar una mirada a lo que podríamos implementar en la actualidad.
En lo referente a Gestión, participación y liderazgo, pienso que el equipo directivo y jerárquico tiene que asumir sus roles como
líderes pedagógicos realizando una mejor gestión de su tiempo para evitar la sobrecarga
laboral, delegando funciones en el marco de un liderazgo organizacional que conduzca a la mejora de los aprendizajes como repuesta a un plan de acción por implementar. es decir, el equipo directivo debe tener presente que “construir condiciones para un desarrollo de las competencias docentes requiere
una cultura de colaboración” (BOLIVAR, 2011). Para ello se hace
necesario homogenizar criterios entre todos los actores educativos realizando jornadas
de concienciación, asumiendo compromisos consensuados para el cumplimiento de
funciones enmarcadas en el liderazgo pedagógico desde el área, nivel y modalidad
de su competencia así como jornadas de capacitación y actualización al personal
administrativo.
Ahora
bien, frente a la presencia de docentes que no toman en cuenta los procesos pedagógicos,
didácticos y el uso de materiales, el desafío mayor es emprender acciones
inmediatas para el fortalecimiento de las capacidades y habilidades
interpersonales de los docentes integrándoles al trabajo colaborativo a fin de incrementar
el porcentaje de los estudiantes para el nivel satisfactorio. Para ello, se
plantea realizar jornadas de sensibilización, conformación y funcionamiento de
círculos de interaprendizaje colaborativo tanto por niveles como por áreas
curriculares, y en esa medida debe fortalecerse el trabajo colegiado, pues “los docentes de una escuela que logran constituirse como
equipo generan cambios por su propia iniciativa” (UNESCO, 2015). No en vano la
Escuela Arturo Hughes de Coronel de Chile apuesta, desde el 2008, por el
trabajo colegiado entre docentes, pues, tal como afirma su impulsora la
profesora Rosita Muñoz Belmar “la colaboración
entre profesores aliviana, uno aprende y puede innovar”.
En
lo referente a Aprendizajes fundamentales en la Institución Educativa nuestro desafío es elevar el nivel de
rendimiento académico de los estudiantes al nivel satisfactorio ubicándolos
dentro de los estándares nacionales de aprendizaje y cumpliendo los procesos
didácticos de cada una de las áreas. Para ello se requiere fomentar un proceso
permanente de actualización docente sobre el enfoque y procesos didácticos de
cada área curricular así como el uso óptimo de materiales asumiendo un trabajo
colegiado. Ello hará que los niveles de logro de aprendizaje de los estudiantes
estén acordes con las metas propuestas por
la IE y para eso, primero se debe empezar con el planteamiento y difusión de
las metas institucionales, establecer compromisos con todos los miembros de la
comunidad educativa, ejecutar jornadas de actualización docente sobre procesos
y uso de materiales, entre otros. Pero como vemos, todo ello se logrará
mediante un liderazgo organizacional que induzca al trabajo colegiado entre
docentes, pues no sólo requerimos de logros temporales sino “crear mejoras
educativas duraderas y significativas” (Glickman, 2002 citado por Andy Hargreaves en Los 7 principios de un liderazgo
sostenible) necesitamos formar estudiantes que muestren interés por
participar en actividades extracurriculares para el reforzamiento académico,
deportivo, artístico o de cualquier otra área, pero de manera significativa
considerando el desarrollo de capacidades y dejando para un segundo plano las
buenas puntuaciones que, en su mayoría, son sólo logros temporales.
En
cuanto a los procesos pedagógicos estoy convencido que los cambios se tienen
que dar en los docentes entre pares, es decir, desde una perspectiva
de trabajo colegiado a fin de lograr generar cambios en su práctica
pedagógica logrando que esta sea mucho más planificada y oportuna, y propiciar cambios en
la gestión del tiempo en el aula. Para ello es necesario promover talleres que
cambien la percepción de docentes con hábitos de enseñanza repetitivos y
desactualizados a “docentes coautores y protagonistas, provistos de un capital
social y cultural que les convierte en sujetos sociales deliberantes y capaces
de participar en la toma de decisiones reflexionadas y dialogadas” (UNESCO,
2005)
En
cuanto a la interacción con la familia, escuela y comunidad, debemos lograr la predisposición y
compromiso de instituciones locales, regionales y personalidades de connotada
capacidad profesional para establecer alianzas y/o firmas de convenios
interinstitucionales con la IE logrando identificar a cuántas instituciones sea
posible en la medida que ayuden al logro de los aprendizajes.
Otro
cambio a generar es lograr que los padres de familia se sientan más
identificados y comprometidos con su rol frente a la educación de sus hijos, y
para ello es necesario realizar jornadas de sensibilización dirigidos por
aliados estratégicos (Fiscalía de Familia, DEMUNA, Psicólogos, Centro de Salud,
etc), estableciendo compromisos y seguimiento a su cumplimiento.
Finalmente,
en el aspecto de la Convivencia entre los actores de la IE, debemos instaurar,
de manera consensuada, un sistema de reconocimiento eficaz a la labor destacada
del personal docente, administrativo y también de estudiantes. Para ello, se
hace necesaria la conformación del comité de evaluación multidisciplinario para
evaluar y reconocer la labor destacada y sobresaliente del personal estableciendo,
en el reglamento Interno, los requisitos y parámetros requeridos.
En
cuanto al clima institucional no favorable a los logros de aprendizaje
planteamos privilegiar la comunicación asertiva entre todos y a todo nivel poniendo
especial énfasis en la capacidad de escucha activa para generar un buen clima
institucional ejecutando actividades recreativas de integración y de talleres
de habilidades interpersonales.
1 comentario:
El perfil de egreso del estudiante visora para el desarrollo de competencias, capacidades, logro de desempeño y estándares de aprendizaje, donde moviliza una serie de habilidades y destrezas que se debe planificar y ponerlo en práctica en una sesión de aprendizaje; el equipo sanjuanista desde esta perspectiva curricular buscará el logro de la calidad educativa en un enfoque por competencias.
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